No pude seguir con el desembalamiento de cajas. Terminé de leer una carta que me escribió mi hermana para navidad hace varios años. Cuando jamás la pensé tan lejos, cuando no imaginé que se casaría para siempre y sería “señora de”... sino que era mi hermana chica y pronto volvería a la casa.
Una época en que ella se fue del Arrayán a vivir al Cajón del Maipo y estábamos peleadas heavy. Cuando ella entraba en los 20 y yo los terminaba... Hablaba de varias cosas que también echo de menos. Tanto. Me dio tanta pena que vine a volcarla acá, de la única manera que me sale fluida, escribiendo.
Encontré además postales enviadas de Praga, Tokyo y Aims de diferentes años, de distintos amigos, algunos con los que tengo hoy poco o nada de contacto, y otros con los que entonces no lo tenía y ahora sí, mucho más. Hallé mi pasaporte con visa a USA, aún vigente....
Encontré diskettes, cámaras de fotos con rollo, cassettes, y algunos CDs de datos y de música de hace mucho tiempo, cuando no habían DVD o no eran tan usuales. Encontré cartas que me escribía la Ale desde España, a mano, cuando recién se ganó la beca. Y yo le respondía en cartas con un pape especial, hecho a mano, casi transparente.... de colores, y cuidaba la letra. Y eso fue el 99 o por ahí.
Pienso que no tengo donde analizar los diskettes, mi notebook no tiene disketera, y la radio cassette que tengo, no sé si está buena como para eso... Hace tanto que no los escucho, que ya no sé. Ya nadie me escribe cartas, y a lo más recibo “feliz cumple” en Facebook porque hay una cosa que los recuerda. Ya no hay agenda de papel con millones de cosas pegadas, ni la gente se aprende el número de teléfono de memoria, o anota los cumple en las mano para no olvidarse, ahora se escribe en el cel o la blackberry o equivalente... Y ya tampoco es cosa de borrar algo y se acabó... Ya todo queda, pero de otra manera...
Y recuerdo los viajes a la playa escuchando cassettes de Violeta, Serrat y tanta gente, coreando con el papá y las chicas... Me acuerdo cuando salió eso del “auto replay” y me encantaba que no había que dar vuelta el cassette. Ahora hay que armar el ipod o lo que sea previamente en el pc para enchufarlo en un auto que tenga radio con conexión a esas cosas. Ya nadie escucha la radio en un viaje largo.... Yo sí, no tengo ipod, nunca me gustaron las cosas en los oídos, me encanta escuchar radio, de hecho sintonizo la Paula.fm, y la escucho just now.
Me acuerdo de haber dado vuelta un CD alguna vez, así de inexperta. Me acuerdo que aún tengo rollos sin revelar, porque era caro, de tantas cosas. Y literalmente hablo del siglo pasado. Me acuerdo cuando me llegaban las cartas de la Ale, o las de Eléonore en Francia, o de otras personas con las que tuvimos onda epistolar. Es heavy.... La nostalgia de la historia reciente.
Siento que mis memorias son de alguien de 80 años, todo por los artefactos que hace 15 o menos años incluso aún estaban ok, como mis cassettes, mis cds y tanta cosa.
Encontré adornos que traje de México, y cosas con Dioses de Japón, que ya no recuerdo de qué eran (¿para la suerte?), y tanta cosa que se acumula con la vida. Esos vaijes fueron el 2001 y el 2002, en ese entonces las redes sociales no comían el tiempo off line. Ahora ¡¡¡hasta hay palabra para la cosa!!! Impresionante.
Ya nadie quiere adornos, son “cachureos”. Eso decía mi nana mientras armaba las cajas de mi papá, que de la enorme casa del Arrayán se fue ahora a un depa inhumano según yo, con cocina americana de esas que no puedes estar y abrir el refrigerador a la vez... ultra chico, sin loggia, frente a miles de otros edificios....
¿Cómo un arquitecto puede venderse de esa manera? ¿Cómo la “modernidad” puede construir sin considerar el espacio vital habitacional? ¿Cómo pueden las leyes urbanas apoyar algo así, y en Las Condes más encima?...
Claro, porque hay gente como mi papá que opta por esos lugares.... Pero creo que la pregunta es más honda. Es como la agenda medíatica ¿los medios dan lo que la gente quiere o la gente quiere lo que los medios dan?... Debe ser similar la question digo yo. Compleja....
En la urbanización actual, para gente "más bien" sola (porque todos tenemos amigos, familia, y demás, nadie es solo solo en general), esos son espacios como hechos para no estar. Anti arquitectura, ergo. Las piezas de hotel son más adecuadas... y cálidas. Me molesta esto. Me he acordado tanto de Martín Duran, mi profe de “Ciencias Sociales y Urbanas” en Arq. Y de teoría de Arq., de la felicidad y los “contactos íntimos” de Alexander. Me molesta lheavimente a codicia humana, que se refleja tan bien en lo urbano. Tan bien...
En esos lugares nuevos “para uno”, obviamente no caben las cosas heredadas de los viajes, las fotos de la familia creciendo, los libros de siempre y menos los diccionarios o las enciclopedias con las que trabajé tanto.... Ya todo es digital. Cabe todo el un nanoX de lo que sea. No hay espacio para el pasado. Ligero de equipaje es la consigna... Vacío de memoria concreta, de espacio para armar un puzzle con la familia, de sentarse con varios a hablar hasta las tantas con mucha risa, todo eso urbanamente ya no cabe. El minimalismo la lleva. Y es bien caro. No es lo mío, defi.
Me dio tanta pena.
Yo, me vine a providencia, o Ñuñoa, no sé bien, la vereda del frente es Provi, esta parece que no. Me gusta. La gente tiene antejardines grandes y sale a regar y en la tarde hay olor a tierra mojada. El conserje te ayuda a subir cosas en el edificio sin ascensor y sin piscina y sin y sin... Pero es un depto. donde hay un balcón que te cabe una mesa y sillas y una planta y es de madera. Las paredes son de ladrillo y mis muebles de madera se ven bakán. Estoy desarmando cosas y me caben los libros y las fotos de los viajes, y hasta hay lugar para, en medio de tanta cosa, sentarse y re leer cartas de la hermana y llorar otra vez.
Claro, el depa es compartido... Mis amigos (F y V), me aceptaron, con librero, mesa de centro, cuadro de Rodin, mesa de vidrio y por supuesto libros, fotos, y toda mi ropa. Son 3 piezas, hay closets grandes, etc. Tenemos una planta y además web, fono, cable, lámparo alógena y demás cosas postmodernas.
Una época en que ella se fue del Arrayán a vivir al Cajón del Maipo y estábamos peleadas heavy. Cuando ella entraba en los 20 y yo los terminaba... Hablaba de varias cosas que también echo de menos. Tanto. Me dio tanta pena que vine a volcarla acá, de la única manera que me sale fluida, escribiendo.
Encontré además postales enviadas de Praga, Tokyo y Aims de diferentes años, de distintos amigos, algunos con los que tengo hoy poco o nada de contacto, y otros con los que entonces no lo tenía y ahora sí, mucho más. Hallé mi pasaporte con visa a USA, aún vigente....
Encontré diskettes, cámaras de fotos con rollo, cassettes, y algunos CDs de datos y de música de hace mucho tiempo, cuando no habían DVD o no eran tan usuales. Encontré cartas que me escribía la Ale desde España, a mano, cuando recién se ganó la beca. Y yo le respondía en cartas con un pape especial, hecho a mano, casi transparente.... de colores, y cuidaba la letra. Y eso fue el 99 o por ahí.
Pienso que no tengo donde analizar los diskettes, mi notebook no tiene disketera, y la radio cassette que tengo, no sé si está buena como para eso... Hace tanto que no los escucho, que ya no sé. Ya nadie me escribe cartas, y a lo más recibo “feliz cumple” en Facebook porque hay una cosa que los recuerda. Ya no hay agenda de papel con millones de cosas pegadas, ni la gente se aprende el número de teléfono de memoria, o anota los cumple en las mano para no olvidarse, ahora se escribe en el cel o la blackberry o equivalente... Y ya tampoco es cosa de borrar algo y se acabó... Ya todo queda, pero de otra manera...
Y recuerdo los viajes a la playa escuchando cassettes de Violeta, Serrat y tanta gente, coreando con el papá y las chicas... Me acuerdo cuando salió eso del “auto replay” y me encantaba que no había que dar vuelta el cassette. Ahora hay que armar el ipod o lo que sea previamente en el pc para enchufarlo en un auto que tenga radio con conexión a esas cosas. Ya nadie escucha la radio en un viaje largo.... Yo sí, no tengo ipod, nunca me gustaron las cosas en los oídos, me encanta escuchar radio, de hecho sintonizo la Paula.fm, y la escucho just now.
Me acuerdo de haber dado vuelta un CD alguna vez, así de inexperta. Me acuerdo que aún tengo rollos sin revelar, porque era caro, de tantas cosas. Y literalmente hablo del siglo pasado. Me acuerdo cuando me llegaban las cartas de la Ale, o las de Eléonore en Francia, o de otras personas con las que tuvimos onda epistolar. Es heavy.... La nostalgia de la historia reciente.
Siento que mis memorias son de alguien de 80 años, todo por los artefactos que hace 15 o menos años incluso aún estaban ok, como mis cassettes, mis cds y tanta cosa.
Encontré adornos que traje de México, y cosas con Dioses de Japón, que ya no recuerdo de qué eran (¿para la suerte?), y tanta cosa que se acumula con la vida. Esos vaijes fueron el 2001 y el 2002, en ese entonces las redes sociales no comían el tiempo off line. Ahora ¡¡¡hasta hay palabra para la cosa!!! Impresionante.
Ya nadie quiere adornos, son “cachureos”. Eso decía mi nana mientras armaba las cajas de mi papá, que de la enorme casa del Arrayán se fue ahora a un depa inhumano según yo, con cocina americana de esas que no puedes estar y abrir el refrigerador a la vez... ultra chico, sin loggia, frente a miles de otros edificios....
¿Cómo un arquitecto puede venderse de esa manera? ¿Cómo la “modernidad” puede construir sin considerar el espacio vital habitacional? ¿Cómo pueden las leyes urbanas apoyar algo así, y en Las Condes más encima?...
Claro, porque hay gente como mi papá que opta por esos lugares.... Pero creo que la pregunta es más honda. Es como la agenda medíatica ¿los medios dan lo que la gente quiere o la gente quiere lo que los medios dan?... Debe ser similar la question digo yo. Compleja....
En la urbanización actual, para gente "más bien" sola (porque todos tenemos amigos, familia, y demás, nadie es solo solo en general), esos son espacios como hechos para no estar. Anti arquitectura, ergo. Las piezas de hotel son más adecuadas... y cálidas. Me molesta esto. Me he acordado tanto de Martín Duran, mi profe de “Ciencias Sociales y Urbanas” en Arq. Y de teoría de Arq., de la felicidad y los “contactos íntimos” de Alexander. Me molesta lheavimente a codicia humana, que se refleja tan bien en lo urbano. Tan bien...
En esos lugares nuevos “para uno”, obviamente no caben las cosas heredadas de los viajes, las fotos de la familia creciendo, los libros de siempre y menos los diccionarios o las enciclopedias con las que trabajé tanto.... Ya todo es digital. Cabe todo el un nanoX de lo que sea. No hay espacio para el pasado. Ligero de equipaje es la consigna... Vacío de memoria concreta, de espacio para armar un puzzle con la familia, de sentarse con varios a hablar hasta las tantas con mucha risa, todo eso urbanamente ya no cabe. El minimalismo la lleva. Y es bien caro. No es lo mío, defi.
Me dio tanta pena.
Yo, me vine a providencia, o Ñuñoa, no sé bien, la vereda del frente es Provi, esta parece que no. Me gusta. La gente tiene antejardines grandes y sale a regar y en la tarde hay olor a tierra mojada. El conserje te ayuda a subir cosas en el edificio sin ascensor y sin piscina y sin y sin... Pero es un depto. donde hay un balcón que te cabe una mesa y sillas y una planta y es de madera. Las paredes son de ladrillo y mis muebles de madera se ven bakán. Estoy desarmando cosas y me caben los libros y las fotos de los viajes, y hasta hay lugar para, en medio de tanta cosa, sentarse y re leer cartas de la hermana y llorar otra vez.
Claro, el depa es compartido... Mis amigos (F y V), me aceptaron, con librero, mesa de centro, cuadro de Rodin, mesa de vidrio y por supuesto libros, fotos, y toda mi ropa. Son 3 piezas, hay closets grandes, etc. Tenemos una planta y además web, fono, cable, lámparo alógena y demás cosas postmodernas.
Ahora, al ordenar estantes, veo los libros de ellos, agrónomos ambos, y veo cosas que tienen que ver con apicultura, cultivos orgánicos y similares. Además se iniciaron en Reiki, y ayer la hermana de V pedía consejo sobre eso. Comemos muchos duraznos que hay en cajas traídas del campo, y pronto paltas que aún no maduran, pero vienen de no sé qué fundo... Ahora tenemos una lavadora que debe tener 25 años o más y funciona... Me acordé de un texto que buscaré, de Galeano creo, donde hablaba que de chico hasta guardaban los lápices sin tinta para rellenar, etc. donde todo podía servir....
Yo soy del largo plazo, de la tradición, de la onda con la tierra y el agua, de lugares donde la gente riega en la tarde y toma once viendo la novela, comiendo marraquetas. Donde el conserje te conoce por el nombre y te ayuda a subir cosas. Yo soy de esas personas que cree que en los lugares debe haber espacio para el presente, y también para el pasado. Quizá no tooooodo el pasado, pero al menos uno donde los recuerdos, sean buenos momentos y no sólo "cachureos".
Yo soy del largo plazo, de la tradición, de la onda con la tierra y el agua, de lugares donde la gente riega en la tarde y toma once viendo la novela, comiendo marraquetas. Donde el conserje te conoce por el nombre y te ayuda a subir cosas. Yo soy de esas personas que cree que en los lugares debe haber espacio para el presente, y también para el pasado. Quizá no tooooodo el pasado, pero al menos uno donde los recuerdos, sean buenos momentos y no sólo "cachureos".
5 commentaires:
Hermoso post, muy lindo! Nunca me ha tocado embalar y desembalar por cambio de casa, ya sabes... pero ya viene ese momento y seguro volverán a mi recuerdos de los buenos y de los otros, como dices no cachureos si no todas aquellas cosas y cosillas que han sido parte de nuestras vidas... Ya me imagino cartas, diarios de vida, albums, pfff muuuchas cosas. Ojalá pueda tener un espacio físico donde guardarlas... el otro, ya existe.
Cariñosos abrazos.
Cuando vivía en Miraflores en Viña, recurrentemente había incendios, pero uno de ellos fue el más gigante y fulminante, los bomberos no podían controlarlo y le pidieron a la gente de las casas que daban a ese bosque (la mía entremedio) que sacaran las cosas de valor. Me acuerdo que mi mamá no estaba y yo llegué soplada desde otro lado de Viña en donde se veía el fuego. La llamé al cel y le dije "mamá, el incendio es gigante, justo en el bosque que da a nuestra casa, dicen los bomberos que hay que sacar las cosas de valor...", no lo pensó ni un segundo y me dijo "saca a los perros y los álbumes de fotos, carga el auto y nos juntamos por ahí". Hice lo que me dijo. En las dos horas siguientes, el incendio se pudo controlar y saqué a Roco, Liroy, la Miki y Visón del auto, más los álbumes de fotos. Era realmente lo que más tenía valor. Creo que no habría podido con el peso del baúl con las cartas al Viejito y con los dientes pidiendo $50. Por suerte no pasó nada más. Mi mamá es la reina de los recuerdos y los "cachueros", que, como dices tú, no lo son, son parte de nuestra historia y deberían tener su lugar en nuestros cambios de destino.
Saludos,
Sole
Siempre maravilloso lo que escribes, y ahora donde elegiste vivir?? En lo que visitamos o viste mejor?
El piloto
¿Cómo un arquitecto puede venderse de esa manera?
¿Cómo un arquitecto puede venderse de esa manera?
la respuesta puede ser un libro que lei hace un tiempo y que me gusto mucho, se llama "El manantial" de Ayn Rand y habla sobre el objetivismo.
a todo esto, SUBI tu texto al mp4 y lo lei mientras viajaba a Puerto Montt y no deje de pensar en lo que escribiste en todo el viaje. Muy lindo como siempre.
saludos
sabes,
ahora que te conozco un poco mas- y leo tu post- encuentro hartas cosas mas. uno cambia las visiones de la gente y de las cosas, conforme a la informacion que tiene.
Es bueno contar, como carta, las cosas que nos pasan. Ya he apendido, tu sabes, que a veces una carta al viento es leida en el momento preciso por la persona indicada, y se abre otra hebra de la madeja de la vida.
muchos cariños y animo, que la marea cambia y el viento te favorece.
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