Vi "Fuga" y me asaltan los versos de Béquer "Cuántas veces, así, duerme el genio en el fondo del alma, esperando una voz que le diga, como a Lázaro, levántate y anda”(Rima LXXIII) ...
Y esas palabras se me instalan no sólo por la genialidad del compositor, protagonista del film Fuga, sino por la reflexión de ¿hasta qué punto queremos salvar de la muerte a la persona que sufre? Y sobre si ¿A veces la obra vale más que la calidad de vida del autor?...
Y no hablo de apelar a la eutanasia física como en "Mar Adentro" -cuya prohibición me parece de una inhumanidad incuantificable-, sino que hablo de pensar en dejar libre –es decir, no en encierro-, a quien transita en una no-vida dada por los propios tormentos. Como molinos de viento mentales y endémicos que nos atacan por la espalda… Aunque a veces se vistan de frac y piano de cola, y parezcan elegantes, igual, al final, conducen a un lugar que probablemente no nos guste.
Fuga en términos generales
Eliseo Montalbán, (Benjamín Vicuña), un hombre joven y hermoso, con una historia de recuerdos terribles para él, de familia de alcurnia, que padece –sí, padece, porque para él es una enfermedad- de una sinfonía para piano y orquesta, en la cabeza.
Y entonces se la tararaea a una autoridad por ahí, a alguien de influencias como su padre, y de alguna manera todo eso se vuelve en un ensayo de concierto, donde él le dice a la bella pianista (a quien conoció en la calle, y con la que desde entonces, a veces, teclea, desnudo):
“Te pido por favor que toques con... el útero”.
Y le dice a todos:
“Esto tiene que ser... nervioso... tenso... incómodo”...
Creo que el tono descrito, sintetiza el tono de toda la peli.
Fuga en mí (y en comentarios personales)
Y el taaa... taaa... taaa angustiante de la primera parte de la rapsodia macabra que atormenta la cabeza de Eliseo Montalbán, se instala en la pantalla del cine, y en mi cabeza.
Y no se me quita ni cuando al final oigo, con los pelos de punta, una canción a capella de Spinetta. Y no se me quita cuando me subo a la micro, ni cuando tomo el ascensor. Esta música, esta historia, me sigue como un fantasma. Como si yo fuera un aval del diablo.
De hecho la fuga patética que el joven músico escribió allá en las paredes del hospital psiquiátrico, se me pega a la piel hasta llegar a las teclas de la computadora... Y en un acto de exorcismo, metamorfoseo las negras y corcheas en palabras. Aquí. O al menos trato. Pues, como el compositor, yo, ahora, también sólo quiero escuchar silencio...
Necesito una otra fuga, un escape de esa orquesta mental que me aprisiona. Y para eso, necesito deshacer la conmoción que se apoderó de mí, tras ver este film.
Imágenes de otros que se hacen parte de la orquesta
Entonces en un acto de meditación, cierro los ojos. Y veo la imagen del piano con sangre, las partituras chorreadas, el niño, el mar, la pianista... El loco-loca que tiene un plan de huída... el argentino (Gastón Pauls) ratero como el Salieri de "Amadeus"... Pero con guita de por medio...
O sea, es un modo de contar postmoderno, en fragmentos. Como en "Hiroshima mon amour".
Y entonces recuerdo "Shine" y la melodía en la locura, y "Una mente brillante " por los fantasmas que no se van...
Y la música de "Bleu"... Sí, en la parte de la película –francesa- cuando la viuda (Binoche) se junta en la casa que no quería visitar por los recuerdos y por primera vez, junto a su nuevo él, retoma las partituras de su marido muerto y las escucha y edita, y dicen (en français): "no, ahora sin los violines, un poco más fuerte" y en el CD aparecen las voces y la presencia o ausencia de los instrumentos que van nombrando... Y así la música cobra cuerpo y vida propia dentro del relato cinematográfico.
Fuga en Frangmentos ( y comentarios personales)
En Fuga quedan preguntas formuladas sin respuesta como ¿qué fue lo que exactamente pasó con la pianista? ¿Y con el loco-loca? ¿ Cómo llegó la música a ese enfermo?. Etc.
La manera de contar este film es como un coro de varias voces, donde cada grupo de voces si bien canta en la misma orquesta, no tiene un orden cronológico, sino otro orden. Donde hay un antes, un durante y un después simultáneo.
En Fuga se habla de la soledad de un genio, como en "Mentes que brillan". La angustia de no poder escapar.
Esa angustia la vi una vez en aquella escena de "Theo y Vicente cegados por el sol " donde Vincent clama “mis oídos, mis ojos”. Ahí el actor, Tito Noguera, que hacía del pintor holandés en esa obra - es decir interpretaba a un loco entonces-, hoy, en Fuga, hace de médico tratante. Psiquiatra. O sea Noguera puede volverse en la memoria colectiva, en la paradoja viviente del loco-médico tratante, igual que el protagonista de El Gabinete de Dr. Caligari. En dicho film del expresionismo alemán, el mismo personaje era loco y director del siquiatrico. En Fuga, Tito es el médico siquitara tratante de un artista, pero antes fue un artista loco. Ha encarando, por ende, como Caligari, las dos caras de la misma moneda.
En todo caso, el símil aquí es aludido por la angustia.
La angustia de esa obra en el teatro de la UC en afines de los 80 me parece, es la misma angustia que traspasa los siglos (el XIX y el XX), hasta encarnarse en los espectadores de un film del siglo XXI. Esa fue la agonía de Montalbán, la misma de Vincent, al menos así fue percibida por mí.Me refiero a esa angustia de resignación por estar en el lugar y momento no indicados pero sin poder hacer nada.
Y ahí estaba Montalbán, un joven genio aprisionado con barrotes, por obsesiones mentales, en un manicomio olvidado de la mano de Dios. Hasta que surge la ayuda.
La ayuda para Montalbán llega, igual como aparece para Dantés, en el "Conde de Montecristo" (uno de mis libros preferidos). Sólo que esta vez, no es vestido de viejo sabio con catalepsia, como en el libro, ni de Negro (Morgan Freeman) culpable y amigo fiel, como en el film "Sueños de fuga".
Esta vez la ayuda viene vestido de loco-loca. Un tipo-tipa que se sensibiliza a tal punto con la situación del músico encerrado, que por esa casua debe elegir dejar lo que para sí es lo más importante en la vida: la ansiada libertad. Y el loco-loca de uñas rojas, que no viene de alcurnia con el genio, que no sabe pero que entiende, anula su posibilidad, su única posibilidad de huír, por actuar con humanidad. No por decisión o heroísmo, sino por serle imposible a su ser hacerlo de otro modo.
"Imposible no hacerlo" me imaginé que decía entonces ese personaje. Como lo que le dice el arquitecto japonés a la actriz francesa en el film de 1959 que inmortalizó a Resnais. Y al igual que en "Hiroshima mon amor", en Fuga, esta ópera prima de Larraín, también hay una construcción deconstructivista. Sólo que no en concreto y hormigón armado, sino en imagen y relato.
Montalbán ayudado por el tipo de uñas escarlata salta el muro y se va. Y entonces aparece el otro músico, el argentino, el que necesita el resto de la rapsodia escrita en un papel. Y lo detecta en Valparaíso. Y va por él a un bar de mala muerte. Y habla con el tipo que acogió a Montalbán en una pieza que se cae a pedazos.
Y ahí recuerdo la no ética del argentino niño bonito, cuya chuecura se la evidencia en su cara el buzo amigo del músico. Argentino que es un delincuente sofisticado, una versión ilustrada del personaje encarnado por el mismo actor, en "Nueve reinas".
Y ahora recuerdo a Eliseo. Músico genio que luego de la fuga (del manicomio) ya no toca y recorre lo profundo del mar y saca vidrios, sólo porque brillan...
Y viene a mi cabeza la escena del buzo-amigo, quien luego de arreglar las cosas con el argentino y cia. en un bar, con piscola para sí y leche para el compositor, se porta como Judas...
Sí, porque hay Judas en todas las épocas. Así como en general, hay muerte en toda obra genial.
Muerte y los genios. Llegan a mí memoria artistas suicidas. Pizarnik, Alfonsina,Vang Gogh... y no. No quiero seguir con ese pensamiento. Opto por pensar que no, que no quiero que la muerte y el genio se unifiquen.
Y me digo que ahora es distinto, la postmodernidad da espacio a lo distinto. De hecho permite mujeres presidentas hasta en Sudámerica, matrimonios homosexuales en países conservadores como España... Lo distinto cabe hoy. No hay ya entonces razón para matarse por ser distinto...
Pero... A veces el pasado afila sus cuchillos en la memoria. En todos los ámbitos... Y entonces flash mental raudo a "Copenhague", la obra sobre la bomba atómica que se estrenó el año pasado. Y justo hay un increcciendo en la radio que emite una sinfonía de Bethoven, y supongo que por eso viene a mí "Ella en mi cabeza".
(Ella en mi cabeza es una comedia en cartelera ahora, justo donde el año pasado Guzmán y Reyes encarnaban a físicos notables. La obra que hoy se estrena, la vi en Buenos Aires el año pasado, ambas sólo se asemejan en la estética minimalista. Ambas recorren una idea en la cabeza. Los fantasmas del pasado. Fantasmas que atormentan, inmovilizan, angustian. Como en "La naranja mecánica". Lo bello y lo horrendo unificados en un solo corpus).
En Fuga la apuesta estética no es minimalista. Algunas imágenes me recordaron a "La lección de piano"... Lo que se ve me parece pesado de colores y composiciones. Es un peso.
Porque la película trata, como dijo su director en una entrevista en TV (canal vía x, programa y fecha que no aparece en la web y que no recuerdo) que le vi, sobre una música en disputa. La música es en el film, -decía Larraín- un ente denso, complejo, pesado... y bello. Porque lo bello a veces carga cosas maléficas...
Yo creo que términos míticos eso podría significao apelar a la bella Morgana.
Y ese peso de lo bello y lo denso se refleja en la mirada del hermosos Eliseo, en la estructura de volutas del modo de contar. Estructura que apela quizá al Barroco, donde todo de alguna manera se revuelve. Supongo que la locura es así. Una gran mezcolanza de cosas que no se pacifican.
Una manera de graficar esa sensación sería quizá con la escena de Ruíz en el "Tiempo recobrado", donde el héroe (interpetado por Malkovic) está en un gran espacio con velas y con sombreros de copa en el piso...
O sea, Fuga incluye un poco todo lo bello junto (pianos, música, mujeres, mar) pero atrapados en la angustia... Como la imagen del film que retumba en mi recuerdo: estar en una balsa, en medio del mar, a la deriva... Sin saber qué teclas tocar.
(Del lat. patheticus, y este del gr., que impresiona, sensible).
1. adj. Que es capaz de mover y agitar el ánimo infundiéndole afectos vehementes, y con particularidad dolor, tristeza o melancolía.
A nivel "periodismo ciudadano", al menos hay un "poner en tribuna" el cine hecho en Chile, y en Arica, y como tal cumple su objetivo este comentario, del diario ciudadano "El Morrocotudo" de Arica. Ahí la autora reconoce que ella no es crítica de cine, y que sólo plasmó sus impresiones como espectadora, y como ese es el fin de ese medio, su escrito está muy bien en dicho contexto. Lástima que esa posición no siempre se comprenda ahí, y que, además, se tome en espacios supuestamente especialistas...
5 commentaires:
recien leí tu post para gongora y me pareció muy acertado... creo que el problema de la inseguridad amerita otras discuciones más de fondo y tal ves más documentadas... pero la sensación de seguridad es el primer requerimientos de nuestras moradas y los chilenos somos tremendamente inseguros
se vende casa solida, barrio seguro...
aún no sé cuál es ese misterioso material, no solido del que se quieren diferenciar, no creo que sea el acero, la madera o el eraclit... y tambien me encantaria saber cuál es el barrio seguro.... o asegurado tras la muralla de material solido...
te invito a leer el último post de mi amiga sole, unasmanosgeceu, en valparisol.blogspot.com... a lo mejor ese esel tema...
Qué buen post!
Excelente comentario...
mmm.. me pregunto si puedo linkearte...??
wow.... sin aliento.... sin comentarios....
R.
Hola! que gusto saber que has vuelto! :D
No he visto la película. Lo haré este fin de semana, luego leere tu laaaargo post (no has cambiado! como siempre!) y te lo comentaré con fundamentos :)
Hola a todos y gracias por venir y comentar.
Idea: Gracias por tus comentarios y visitaré a tu amiga.
Renton:, a ver si te "fugas" tb tú. Lo de Massive Attack... o sea me daría para hacerte la traducción o el "karaoke", pero de ahí a cantar.... mi voz melodiosa es digna de romper vidrios (muy a mi pesar).
Rodrigo: Sin aliento... "Au bout du souffle" en français.. gran film de Goddard. Gracias por recordármelo para verlo again. Te visitaré.
Aynna: Querida mía, tengo nuestras fotos del lugar aquél, te las enviaré (oscuras sí). Y claro linda, puedes linkearme, sería todo un honor. Tan educada tú, que preguntas. Eres un sol.
Jorge: ¿Estuve de visita "atinada" e ilustre?, sí yo y los "largos" (la síntesis y yo, definitiva y lamentablemente, no somos amigas), pero mejoré... ¿viste que ahora pongo "primera parte"?... quedan 2...a ver si me dices tu comentario del film after, i'll wait for it).
saludos
Katina
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