Goran Me levanté ese domingo en una pieza soleada que no es la mía. A esa casa llega El Mercurio todos los días, y dado ello realicé mi rutina dominguera de ver las pegas del Artes y Letras, esta vez, en la cama.
Así vi, como siempre, artículos que me llaman la atención, y si hay tiempo como ese día, leo. Remoloneando esa mañanita de verano, leí la entrevista al autor italiano del libro “Seda” (que leí el 2005, en francés, en Buenos Aires), que estaba en Chile, y la entrevista a Goran Bregovic, a quien no había escuchado, ni de nombre, en mi vida.
Gracias a ese artículo, me entero que Goran Bergovic es un compositor que hace música media agitanada, y que su espectáculo se llama “Bodas y Funerales”, porque es en esas fiestas en que se toca música tradicional de Turquía, la ex Jusgoslavia, y pueblos de Europa del Este, y es contemporáneo y de onda gitana. Me tincó. También decía que había hecho música de películas (para “La reina Margot” de Patrice Chéreau –Francia,1994- y para varios films de Kusturica), aunque para mí el detonante era el rótulo de música gitana, y de Europa del Este, tradicional, con toques modernos.
Salía en el diario también, que este señor haría varios shows en Chile, gratuitos. Uno de ellos, el domingo 19 de enero (una semana después del artículo), en Santiago, en el Parque Araucano... “Mmmmmm” –pensé- ¿Y si voy?...
Recitales
Yo no soy de ir a conciertos masivos. He ido a pocos en mi vida –Silvio, cuando recién vino tras la dictadura, en 1992, a la Quinta Vergara; U2, en el Estadio Nacional, el 99 creo; Chayanne al Estadio Nacional, el 2003 me parece –sí, me encanta Chayanne, ¿y qué?; Los Tres, en el teatro Oriente, el 96 creo (ese me gustó más, porque era en lugar cerrado); uno de un jazzista cuyo nombre olvidé, en San Carlos de Apoquindo, el 93 si no me equivoco.
Ya más hace poco, un recital mundial, de música tecno (que me carga) de día, el 2005 en el Parque Forestal, gratis (obvio). Sólo fui porque me encanta ver cómo se habitan los espacios públicos en eventos. Y también el 2005, en febrero, a un festival con un DJ tecno de noche, en una isla en Chiloé (frente a Quellón), ahí fui por la onda... atravezamos en una barcaza, fuimos en un grupo enorm, etc. No recuerdo más, pero creo que hay...
He tenido ganas de ir a otros -el de Anmisty el 90, la despedida de Soda y Los Prisioneros, y sobre todo Sui Generis y Serrat-. Para el de Amisty, se agotaron las entradas cuando pude comprarlas. Y para los demás, las que me interesaban eran muy caras... O simplemente desistí... Y desistí, porque sabía lo que me esperaba, y me lo quise evitar.
Cuando digo “porque sabía lo que me esperaba, y me lo quise evitar”, me refiero a tener que llegar mucho antes y esperar. En verano, esperar muerta de calor, para al final tener frío. Cansarme porque estoy parada mucho rato, y pendiente que no me roben. Apestada con el humo de cigarros y/o otras cosas, demasiado cerca para mi gusto....
Un poco muy largo para mí estar como promedio 2 horas escuchando el mismo tipo de música. Andar urgida de que no le hagan nada al auto, o cómo volveré, y tener que considerar plata para comer o tomar algo, a precios insólitos, y luego, bancarse toda la suciedad. Para más remate, ver MUY de lejos.
Es cierto que hay una adrenalina chori de “estar ahí”, de participar... Pero para mí, hay más malo que bueno, por tanto, suelo descartar recitales, incluso de gente que me gusta mucho. (Por supuesto, que casi toda la gente que conozco, no coincide mucho conmigo, pero da igual, no es lo que me gustaría que ocurriera, es simplemente lo que me pasa). Así que cuando leí lo de Goran, pues lo dudé...
Pero, me tincaba mucho la música (me encanta lo gitano), es música bailable, y ¿dónde la iba a escuchar? (yo no sé cómo bajar música –sí, increíble, pero cierto-, no quería comprarla sin conocerla, y ese era un modo de cacharla). El lugar no es lejos para mí, sabía cómo llegar, donde dejar el auto seguro, era a una hora llegable (era a las 20:30, llegar tipo 7 estaba bien para mí) y era gratis. Busqué la duración en la web, 2:30 hrs. Era mucho para mí, pero estaría un rato... Decidí ir.
Entradas
Me imaginé, que si bien era gratuito, habría que retirar entradas (se debe controlar la capacidad). Al respecto, no salía nada en el diario, busqué en la web de Santiago a Mil, tampoco salía. Busqué un teléfono, no había. Pero sí un contacto por mail. Mandé un mail el lunes 14 de enero, para preguntar eso a la organización, (si habían entradas y dónde se retiraban, horario de retiro, etc.) y otras cosas prácticas: a qué hora abren el lugar, si habrían sillas o no, si había convenio con el Parque Arauco para estacionar o policías para ver los autos (me imaginaba que estaría llena la calle, y tenía miedo de partes), y otras cosas de la misma índole...
Acordé ir con 2 amigos (una amiga y un amigo, quienes no se conocían entre sí, aún), en el auto nuevo de él, quien nos pasaría a buscar. Mi amiga es igual que yo con respecto a los recitales (milagro), así que estaba decidido de antes, que nos iríamos al rato.
Esperé una semana por la respuesta sobre las entradas, no respondieron. Frente a ello, el día D, fuimos no más. Dejamos el auto en un lugar fácil, cuidado y gratis que se me ocurrió (no puedo decir donde, para que no se chacree el dato...).
Y al llegar a la puerta, nos encontramos con que no se puede entrar sin invitación, que debieron retirarse en la Municipalidad de Las Condes, y que ya no... Grrrrrrrr, me lo temía, pero yo estaba segura que no salía pues lo busqué. Voy donde la “guardiana” y le explico. Me dice que sí salía. Se empieza a llenar de gente, de varias edades, casi todos adultos (más de 25). Insisto en que no salía, pregunto al resto que se apiña a mi espalda, me secundan... Por alguna razón, me convierto en quien habla....
Entra una persona con invitación, le pregunto cómo supo de las entradas, delante de todos, ella dice: “Me lo dijeron unos amigos”, y pregunto de nuevo: “Y cómo supieron ellos, ¿sabes?” y responde: “Contactos, no salió en ninguna parte”. Apelo a lo que acaban de decir, la señora en la puerta dice: “Es sólo una persona”. La gente de atrás mío alega, yo sigo en mi diálogo civilizado con la guardiana y pregunto, media irónica: “¿Cuántas personas necesita que lo digan para que nos deje entrar?”... Ahí responde: “No se trata del número de personas”... Le hago ver el error de su raciocino, no le importa...
Una señora en la cola dice: “Yo lo busqué en Internet y no salía”. La guardiana: “Sí salía, yo lo vi”. Otra persona en el público dice: “Yo vi el anuncio en la tele, y no salía”. “Yo también, yo también”, se escucha... Me da mucha rabia que nos trate, tácitamente, a todos de mentirosos.
En eso entra otra persona, yo, adelante, cara a cara con la señora guardiana, pregunto nuevamente lo mismo a la mujer que entra con invitación en la mano, ella contesta: “Salió en La Tercera -y agrega- pero sólo ahí, no salió en ningún otro medio”.
Ahí la guardiana dice: “Salió en La tercera”, como diciendo, “Viste que salió”. Y yo reclamo: “Ok. Pero no en la tele, ni en Internet, ni en el Mercurio, ¿qué pasa con todos nosotros que no leímos “La Tercera”, y que no teníamos porqué hacerlo?... Es como hablar con la pared. Hay gente que vitorea, y pretende asumir la pérdida de tiempo. Yo no estoy de acuerdo, sigo en mi “misión”... Hay gente que se queda a la espera...
La respuesta de la señora que custodia (de la Municipalidad), es que debemos esperar que entren todas las personas que tiene invitaciones, y que una vez hecho eso, podremos entrar, por orden de llegada (en la cola), si hay espacio, el resto de los asistentes... Eso significa esperar una hora más y tener menos opciones de una buena ubicación, yo no quiero. Le explico que eso no sirve porque necesitamos verlo ahora, en esta oportunidad porque no sabremos si habrá otra. La gente me apoya (wow)...
Yo no alego, dialogo. Es curioso, pero mis palabras generan un silencio (del público) a mi alrededor, y mi argumentación se escucha sólida. Mis amigos me miran... Yo digo:
“Señora, entiendo lo que usted dice, pero no es así. No salió en el Mercurio, ni en la tele, ni en la web de Santiago a Mil. Y en virtud de esa falta de difusión, yo quiero saber si existe la posibilidad que se dé prioridad de entrada a quienes estamos aquí y ahora”. La guardinana dice que no. Que podemos hacer un reclamo después. No sirve, por supuesto.
Yo estoy en desacuerdo con asumir un error que no es de mi responsabilidad. Ante mi insistencia y su no saber qué decir, la guardiana dice que ella no puede hacer nada. Pido hablar con alguien que pueda, dice que no hay nadie. Pregunto por alguien de Stgo a Mil, me muestra a una periodista, pienso en ir, pero desisto... Ahí, donde estoy, somos varios... Le pido a la guardiana que la llame. Lo hace.
Aparece una niña de unos 23, rubiecita, ojitos claros, llega... La guardiana con una sonrisa le dice: “Aquí la señora tiene un reclamo que hacerle” (me cargó lo de “señora”, pero bueno...). Al tiro un tipo que está atrás mío dice, “No, todos” (lo amé, ahí caché que yo era la vocera de varios). La miro, y extendiéndole la mano le digo, “Hola, yo me llamo Katina ¿y tú?”, “Magdalena” algo, me responde.
Contando, curiosamente, con el silencio de mis “compañeros”, le digo: “Magdalena, mira...” y le explico todo el asunto, añado incluso que mandé un mail, y “si ves la web del evento, lo verás, hace una semana, sin respuesta”. (Ahí me percato que debí haber llevado impreso lo de Santiago a Mil donde no aparece el tema entradas, y mi mail...).
Magdalena no sabe, visiblemente, cómo manejar la situación, y dice algo como que se está viendo este problema, pero que ella no puede hacer nada. Que a Santiago a Mil le gusta la igualdad, por eso conciertos gratis, y que se llenó en Cartagena... Otra persona más que no se hace cargo de lo explicado y lo pedido, pienso...
Apelo al encanto: “Magdalena, –le digo con una sonrisa, clavando mi mirada en sus ojos claros- yo sé que no es tu culpa ni tu intención, ni la de Santiago a Mil, pero hubo un error en la difusión, y en virtud de ello, es que yo quiero saber si es posible que se nos dé prioridad para entrar, a quienes estamos aquí, ahora”...
Estamos en eso, cuando llega un tipo de Santiago a Mil, con una importante determinación en la voz y dice, señalando con las manos: “Por aquí sin invitación y por este otro lado con invitación”... La reja se abre, con un “bravo” colectivo a viva voz...
Entro y le digo “gracias”, sinceras, a la guardiana –ella sólo hacía su trabajo, y sé que si no fuera por su apertura al diálogo, yo no habría podido llegar a hablar con Magdalena, y por ende quizá el tipo de la voz de mando no se hubiera presentado-. La guardiana sonríe y me hace un gesto de cabeza, no sé si habrá captado mi intención. Entramos.
Todo eso... Y yo
Camino hacia el lugar reservado para el público, y ante mi sorpresa, varias personas se me acercan y me dicen: “Súper bien”, “Gracias, te pasaste”, y lo más raro (y varios), “Vamos a votar por ti”. Ja, nunca había hecho un reclamo con un apoyo explícito y colectivo... Mis amigos también me felicitaron. Me sentí top...
Nos sentamos. Atrás mío veo a una chica con la tarjeta “prensa” de Santiago a Mil, la miro y le digo “Ah, ¿tú eres de la organización?”, ella contesta rauda, “No”. Respondo sonriendo, cachando que debe haber recibido tanto reclamo: “Ahhh, ¿es adorno?” respondo, señalando con la mano su identificación. Ella asiente... La dejo tranquila, y se empieza a llenar de gente a su lado, con “adornos”...
Ya entramos, y si bien me gustaría dejar constancia de la situación, imagino que ya la deben tener más que contemplada, al nivel de negarse a asumir el rol de interlocutor, con credencial a la vista y todo...
No habían sillas, sólo pasto... Afortunadamente antes de entrar, regalaban unas revistas “Capital” antiguas (sí, antiguas, increíble pero cierto), y nos sirvieron de “asiento” para no manchar la ropa... Mientras se esperaba.
Ya llevábamos harto esperando, mi amiga compró cabritas y agua... Estábamos cansadas, habíamos comenzado con la función tipo 5 pm (arreglarse, llegar, estacionar, alegar, esperar), ya eran cerca de las 21... El sol se estaba poniendo. Llegó la orquesta...
Era una orquesta orquesta, gigante. La música es orquestada, no es rock, hay algunos vítores, pero pocos... La música es tan linda que se gana al público de inmediato, en su mayoría, muy joven (adolecentes, y menores de 25). Hay una chica que hace el coro, solista, una belleza (su cara, su traje, y sobre todo, su voz)... Lo mismo un músico rubio. A ambos les hacen primeros planos en la pantalla.
Al rato, entra Goran, de blanco, con una sonrisa de oreja a oreja, se sienta con una expresión que parece decir “lo estoy pasando increíble”. Empieza una música más movida, él tiene una guitarra...
Casi nadie debe entender lo que se dice, pero el ritmo se toma las piernas, y todos bailamos... Adelante mío fuman hierba. Me carga. No veo mucho, los protagnistas están lejos, miro la pantalla. Estamos de pie y muy apretados... La música me parece más que hermosa.
Goran me cae bien de presencia... Creo que a todos, por la manera en que lo aplaudimos. De repente entra un grupo de blanco, por en medio del público... Muchos aplausos... La música es increíble... Goran cuenta que la orquesta es la filarmónica de Santiago. Wow. Más aplausos.
Mi amiga Pau y yo nos miramos, nuestra idea era estar cerca de 3 canciones. Dado el show demasiado bueno, nos quedamos más, como 6 ó 7. Escuchamos la música de La Reina Margot (lo dice Goran en inglés, por eso sabemos que es de ese film, y cuando la escucho recuerdo de inmediato la escena. Es cuando la reina sale disfrazada de cortesana en busca del cadáver de su amante, en medio de tantos muertos por la masacre del domingo que pasaría a la historia con el nombre de domingo rojo o sangriento, o domingo de San Bartolomé, por la masacre de los hugonotes... Yo ni sabía que recordaba la música, hasta que la escuché... Bella. A ver si veo la peli again).
Como estaba previsto, nos fuimos antes y comentamos todo –lo lindo del show, la lata de las entradas y las sillas, mi “perfomance” política-... Tomamos té (y té helado casero), con pan con tomate y palta, en el depa de la Pauli (exquisito). Tras ello, él me fue a dejar a mi casa.
Hoy, cerca de 2 semanas después, cuento esta historia, pues acabo de ver que darán el recital completo por TVN hoy sábado 26 de enero de 2008, a la 1 de la mañana. Si no fueron, traten de verlo, es MUY MUY MUY recomendable (pueden ver todo lo que hay en la web sobre la visita, puros elogios...). Y bueno, cuando vi el aviso, recordé todo el asunto...
Aprovecho, además de dar la información para quien quiera ver el recital por la tele, dar una lista de las web que, ahora, busqué en torno a la visita, para ver si se decía o no lo relativo a las invitaciones....
Los links que tienen asterisco, son las web que decían lo de las entradas... Ninguna hablaba de sillas o demás aspectos prácticos.
Doy las web, pues, si en otra oportunidad tienen preguntas de tipo logístico, vean alguna de las webs del listado, y ahí, tal vez, exista la información, o la opción de acceder a ella. También me di cuenta, que para Santiago a Mil, para estos aspectos, hay que preguntar en la Municpalidad en que se llevará a cabo el evento.
Y reitero, con un ejemplo concreto, vivencial propio, y actual, lo que dije en el post anterior (Miseria), que los reclamos, bien hechos, pueden generar adhesión colectiva, y pueden significar una solución feliz para un problema. Tal como me pasó a mí el domingo 19 de enero en el show de Goran... Ojalá él venga otra vez, y que para entonces, se cuiden más los detalles... Incluyendo el tema limpieza y fumar... Veremos cómo se viene la mano...
Webs con info sobre Goran en Chile, las con * son las que además decían el tema de las invitaciones.
http://www.emol.com/noticias/musica/detalle/detallenoticias.asp?idnoticia=286087
http://potq.cl/2008/01/16/goran-bregovic-y-orquesta-parque-araucano-santiago/
http://www.saborizante.com/2008/01/20/goran-bregovic-en-el-parque-araucano/
http://www.latercera.com/medio/articulo/0,0,3255_5700_327182449,00.html *
http://stgoamil.cl/blog/2008/01/desde-los-balcanes-directo-cartagena.html*
http://www.culturallascondes.cl/html/noticias.html *
http://diario.elmercurio.com/2008/01/13/artes_y_letras/_portada/noticias/A99AC9C8-0040-4D82-8353-09664A255465.htm?id=%7BA99AC9C8-0040-4D82-8353-09664A255465%7D
http://www.stgoamil.cl/stgo/obra-goran.html
Foto: Katina, con mi cel, en show de Goran, Parque Araucano, 19 de enero de 2008, cerca de las 21 hrs.
7 commentaires:
Katina, yo sí sabía que había que retirar las entradas en la municipalidad, por algún lado lo leí, lamentablemente no fuí por cuestiones de trabajo, pero concuerdo contigo que no hubo buena información para las entradas, por lo visto estuvo muy bueno el concierto, y gracias por el dato de la transmisión por la tele..
OH my God... desde el jueves pasado tenia un post en mi carpeta "por escribir" en la cabeza... lo escribí hoy y puse "brevemente" medio juguetonamente por tí... y resulta de como me acordé de tí, díjeme "misma, en qué andará esta chiquilla" y me encuentro con un alter ego de mi post! jajaja. sorry si parece copia, no lo es...
te cuento mi historia?? y ahora sé cómo fue gracias a tí.
resulta que estaba este bosnio alojando en casa, amigo de claudio de la época que vivía en suecia y dice que el finde de mi cumple hay un concierto de Goran Bregovic a quien yo tenía ganas de ver hace tiempo... y resulta que el quiere ir y pensó en darme de regalo de cumpleaños entradas para el sábado 19... pero después vió que el domingo era gratis... y resulta que el viernes antes de mi cumple conversando con el mismo compañero de trabajo con quién hablaba del libro... me avisa que hay que ir a buscar entradas a la casa de la cultura de las condes y me da la dirección, apondindo XXXX yo recuerdo que esta ahí al ladito del Ritz y llamo al bosnio pa pedirle, de regalo de cumple, que vaya él a buscar entradas, antes que se acaben.... y mi compañero va y vuelve sin suerte: entradas agotadas. y llego a casa y el bosnio no tuvo mejor suerte... bueno, el sábado en mi cumple conocí a una gringa que vino por una semana a chile y el roto de mi hermano n la sacó ni a la esquina, entonces le dije que el domingo la llevaría a mi paseo favorito: el teleférico. y partimos todos! y fue bakán y en la punta del cerro el bosnio nos anuncia que iríamos igual al concierto, aunque fuera quedarse afuera, sentados en la cuneta sólo escuchando la música. y llegamos, tipo 9.30... y nos acercamos a la puerta a veeeeeeeer por si acaaaaaaaaaaso nos dejaban entrar.... y entramos!!! gracias Katina!! estuvo genial, y el bosnio... emocionado con los pelos de punta!
viste que lo conté "estrilo Katina"? jaja
me falto una parte de la historia... mandé al Bosnio con la dire exacta, pero le dije que era por providencia, la continuacion, apoquindo... cerca de metro el golf... y el bosnio partió... caminando... viernes 18 de enero a las 12 del día, con como mil grados centígrados.... y resultó que la dirección correspondía a la casa de la cultura allá arriba! frente al stadio italiano... y fue... caminando....oh my God.
jaaaaaaaaaaaaaa
jaaaaaaaaaaaaaa
no paro de reir!! sabrá el super bosnio todo lo que ha causado? Yo creo que habría que contárselo, jaaaaaaaa
Notable esa capacidad de argumentar, reclamar y hacer valer nuestros derechos... el don de la palabra, siempre y sobretodo siempre digna. Te felicito!
Avisa pa hacerte campaña!!
Saludos
tuve la paciencia, casi cenicienta, de leer con mucha atención tu escrito...
es un escrito que te engancha, desde que te levantas...
un abrazo. por cierto, llegué a tu blog, por casualidad.
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