A la Sol la ubiqué en la blogósfera hace como 3 años y quedé prendada de sus relatos lleno de cotidiano y de sabiduría. De risas (risotadas, carcajadas) hasta las lágrimas (lagrimoooooones). De cómo lo normal y corriente en sus recuerdos y sus palabras como de tarde de amigas en una terraza de Algarrobo, helado de vainilla, galletas de bocado, y... obvio, coca light, de repente, casi sin querer, se vuelven en enseñanzas de esas....
De esas que no te diste cuenta que se oscureció, que hace frío y que lo que te acaban de contar te puso la piel de gallina y se grabó para siempre en la memoria y el alma. De esas historias-enseñanzas que te enamoran de la vida, de la gente, de todo...
Sus líneas largas como las mías, sus comentaristas, escasos como los míos, algunas vivencias que sentía similares a mi vida, me hicieron volver a su blog seguido seguido... Le comentaba a veces, cada vez más y más. Me caía bien la Sol-virtual.
Una vez, en uno de los primeros post que le leí, ella hablaba sobre la Bridget Jones. Es que, o sea, ¡Me maté de risa leyéndola!... En ese post, la Sol decía varias cosas, divertidas y sabias todo al mismo a tiempo, como siempre.... Se autodescribía en varias cosas. Se reconocía patética, pendeja, sola, y gorda en los 30 cuál Bridget. A mí me daba lo mismo, yo la encontraba genial. Genial. Independiente de su cuerpo y su edad (que es menos que la mía, anyway). Y su prosa maravillosa me hizo adicta, por lo que yo volvía seguido a sus miles de palabras blancas en fondo negro (el único blog así, que leo).
La Sol contaba sus recuerdos y andanzas desde Valparaíso... A fines de ese año, 2005, ya éramos blogamigas, y empezó, como todos los años, a hacer calor. La Sol entonces, de quien yo sólo había visto la foto en su perfil del blog donde se ve algo que parece un perfil humano, pero que no se cacha nada, puso una foto de una mujer en la playa San Mateo.
La mujer estaba en bikini, con lentes negros, y se veía de lo más fashion y regia. ¿Esa era la Sol-Bridget?... Quedé media asombrada... No, no podía ser que esa mina, ultra mina, fuera la misma que posteaba describiéndose como si fuera una obesa mórbida con CERO onda en el look...
Pasó el tiempo, seguí leyéndola y matándome de la risa y quedando para adentro todo a la vez... No recuerdo si la Sol ponía fotos. En fin... En octubre de 2006 yo obtuve un buen trabajo en Valparaíso. No sé muy bien cómo ni porqué, pero con la Sol ya como que nos caíamos bien, creo que teníamos nuestros messengers, la verdad no me acuerdo bien como fue, pero quedamos que un día aparecería en mi oficina, supongo que a mi hora de salida, que oficialmente era una hora y algo después de ella, pero en la práctica... era muuuuuucho después....
Bueno, el día acordado, a la hora en cuestión afuera de mi oficina aparece una mina REGIA. Un metro 70, morena, blanca, de look entero fashion (obvio, la Sol ¡¡¡es diseñadora!!!, yo no sabía eso, nunca decía eso en su blog). Y bueno, nos hicimos amigas, y amiguis. Fue top tener amigui en Valpo durante ese tiempo... En fin.
La Sol, hace un par de meses dejó Valparaíso, como yo dejé Chile... Yo lo dejé para venir a Sydney, ella a Santiago. En ambos casos, nuestro pasar es temporal en la casa en que estamos ahora. El mío hasta diciembre, el de ella, hasta que sea tiempo...
Yo no sé qué haré cuando vuelva. A veces, muchas veces, tengo tanto tanto tanto miedo de volver a sentir lo que sentía en Santiago, de volver a no sentirme “alguien”, a no querer mi entorno, a no poder emprender, a quedarme paralizada como tantas veces...O sea... le tengo pánico volver a no tener pega, en resumen. Yo estoy en esa, en el miedo pánico y la necesidad de no pensar en ese allá donde hay familia y amigos pero donde ni siquiera vislumbro un contenedor, ni un camino para hallarlo...Donde no hay una casa, ni un trabajo...Donde en verdad hay un espacio sin lugar para mí. Donde no está MI Lugar..
La Sol, en cambio, tan sabia ella, en la misma ignorancia que yo, en la misma barca a la deriva que yo, en la misma muchas cosas, en vez de quedarse en el miedo de no pensar... No hizo como yo, no se puso a llorar y soltó el timón rezando, pero sin hacer nada más, para que el viento la lleve a alguna playa bonita... NO. Ella, entera hacedora, inventó su lugar. El lugar al que quiere llegar. Y hasta le puso un nombre, DOMUS.
Es que mi amiga Sol, usa sus experiencias de la vida con celular e Internet, para escribir cuentos como de caballeros sabios cabalgantes, y de reinos y doncellas, y hasta con letras en griego.. y con nombres de palabras antiguas....
Curioso, yo tengo un nombre griego, yo estudié Arquitectura, yo tengo un master en comunicaciones.. Pero la que usa esos carácteres debidamente en el computador y diseña la morada, es ella, no yo. ¿Podría yo hacerlo?...No. No aprendí, no sé. Por muchos estudios universitarios que me llenen el pasado. Mis conocimientos de construcción inconclusos, se marean en las estructuras II, II y IV que no aprobé, más las instalaciones sanitarias y eléctricas y los layers en Autocad que no entiendo... Y la virtualidad apenas me da en español, cero posibilidad en griego y palabras de antaño. No tengo el talento... Ella sí.
Y entonces cuando leo “Domus”, y los post que mi amiga escribe (y describe) ahora como el (su) camino a Domus... Un camino que no existe, sino que ella construye al andar... Recuerdo que esa era la esencia de la Arquitectura, ver el lugar donde no está aún. Donde quien sabe si estará...
Donde, con suerte, ese lugar es una idea borrosa vestida de ganas... Sin problemas de estructuras, instalaciones o legislaciones. Sólo es una realidad imaginaria cuyo boceto se traza in situ, con rayitas hechas con una ramita de por ahí, en la tierra, en medio de la nada, y jugando a “acá estaba la cocina”, y saltando como en el luche al espacio que sigue con un “ y este era el living”... midiendo con pasos, no con huincha.
Y ese ritual se hace con la hermana una tarde de playa, en la arena, o en el patio de atrás delimitando con chombas y parcas antes que sea la hora de entrarse... Proyectos que son sueños duraderos por la hora de juego... Hasta que un día el juego es en un terreno que viste desde el auto, un atardecer, de pura casualidad, de vuelta de algún lugar en que lo pasaste súper, con ese hombre con el que alguna vez también soñaste y que está justo justo justo a tu lado ahora, y por quien aún, tiempo después, te revolotean las mariposas y sonríes cuando llama por teléfono y a quien todavía esperas arregladita sólo para decirle “hola”.....
Imagina en un terreno lindo, que no es tuyo, que no sabes de quién es, ni cuánto vale o si está a la venta y que en cualquier caso no pretendes comprar, ni podrías pagar, sólo es un terreno al que había que ir a ver ese atardecer en el que le dijiste que pararan a ver y él enganchó y se bajaron... Y se pusieron a jugar que hacían una casa...
La Arquitectura parte así, sólo con una fantasía... y de repente se hace terreno en atardecer... Y casa en la mente. Y después, a veces, casa y familia de verdad. Sólo a veces. Pero a veces pasa. Y siempre parte con la pre-idea de un Domus, que puede durar el rato entre llegar del colegio y la hora de “ir a tomar la leche” y que se construye con fantasías imposibles, de saltos de luche, a veces fáciles –a dos pies- otras no tanto –pie juntos o en un pie-. Pero normalmente, igual uno termina en “el cielo”.
Y entonces, recorre el mismo camino, -como del terreno al auto- y va feliz como niña chica... Y el siguiente luche es más fácil. Aunque es más grande, y tiene más cuadraditos antes de llegar al cielo... Y a veces pasa mucho tiempo entre un luche y otro. Y uno es más grande y se siente ridícula dibujando con tiza en el suelo... pero igual lo hace. Hasta que un día se convence que eso es para niños, y ya no ve el terreno lindo del atardecer cuando va de vuelta en al auto pensando en la crisis y ¡¿Qué mierda voy a hacer ahora?!.. En ese minuto la idea de la casita es sólo se igual al enigma de las estructuras, de las instalaciones, eléctricas, sanitarias, y el tema legislativo...
Entonces, cuando paso por la casa de la Sol... me acuerdo de harto de eso. De que es importante parar en el camino a ver ese terreno lindo justo ese atardecer. A que nunca se es demasiado adulto para jugar al luche. Los relatos de la Sol, me muestran las miguitas de pan de lo importante... Y me evidencia que las miguitas de pan, que parecen tan inútiles, son importantes. Pero más importantes son las piedricitas.
Claro, las miguitas son más ricas (las carcajadas que se me escapan con sus historias), pero las piedrecitas (los conflictos que ella, tan divertidamente cuenta), son finalmente las pistas que permiten construir y reconstruir un camino. Ella no se olvida de poner ambas cosas en la canasta del picnic de la vida. Ella lleva en él, el pan, el celular, el mapa, los chocolates, la coca light, los cigarros (obvio, la Sol no es perfecta), y las tizas de colores para jugar al luche... A ella eso nunca se le olvida en los recuentos-post de su vida. Nunca. Ni siquiera cuando anda a la deriva...
He estado adicta a la Sol esta semana. A los post de antes que yo la conociera. He leído y releído historias que me han tenido pegada a la computadora hasta altas horas de la madrugada, con ojos rojos, pero sin poder despegarme. Llena de risas y de lágrimas. (Releí y volví a matarme de la risa y a lloraer heavy con mi post favorito, "unasmanosgcu").
He estado leyéndola porque también quiero diseñar mi Domus. Y salirme del estado del miedo pánico a un futuro paralizante.... Y para eso debo recordar la esencia de la Arquitectura de la vida. Que si bien, seguro, tendrá en su minuto problemas de estructuras e instalaciones eléctricas, sanitarias y legislaciones varias... También, tiene, en alguna otra parte, un terreno lindo en un atardecer bien acompañada. Y ese es mi lugar. El DomusK, con mi propia letra griega, que quiero encontrar. Por ahora cerré los ojos y apunté cualquier dirección... Haré como mi amiga Sol...cuando haga mi equipaje al retorno, no olvidaré meter tizas de colores, y dibujaré un cielo bien grande en el luche al que jugaré con una piedrecita, justo cuando tenga ganas de ponerme a llorar y soltar el timón.
Foto: Del blog de mi amiga Sol, en su último post (nov, 8, 2008).
Para ti Sol, I’m so glad to be your friend!!!! Gracias por enseñarme tanto tanto... Ya verás como Domus, bajará desde la montaña lejana, hasta la palma de tu mano ... Ya verás... Y yo lo veré también, en mi pantalla, desde tu blog. I’m sure.
De esas que no te diste cuenta que se oscureció, que hace frío y que lo que te acaban de contar te puso la piel de gallina y se grabó para siempre en la memoria y el alma. De esas historias-enseñanzas que te enamoran de la vida, de la gente, de todo...
Sus líneas largas como las mías, sus comentaristas, escasos como los míos, algunas vivencias que sentía similares a mi vida, me hicieron volver a su blog seguido seguido... Le comentaba a veces, cada vez más y más. Me caía bien la Sol-virtual.
Una vez, en uno de los primeros post que le leí, ella hablaba sobre la Bridget Jones. Es que, o sea, ¡Me maté de risa leyéndola!... En ese post, la Sol decía varias cosas, divertidas y sabias todo al mismo a tiempo, como siempre.... Se autodescribía en varias cosas. Se reconocía patética, pendeja, sola, y gorda en los 30 cuál Bridget. A mí me daba lo mismo, yo la encontraba genial. Genial. Independiente de su cuerpo y su edad (que es menos que la mía, anyway). Y su prosa maravillosa me hizo adicta, por lo que yo volvía seguido a sus miles de palabras blancas en fondo negro (el único blog así, que leo).
La Sol contaba sus recuerdos y andanzas desde Valparaíso... A fines de ese año, 2005, ya éramos blogamigas, y empezó, como todos los años, a hacer calor. La Sol entonces, de quien yo sólo había visto la foto en su perfil del blog donde se ve algo que parece un perfil humano, pero que no se cacha nada, puso una foto de una mujer en la playa San Mateo.
La mujer estaba en bikini, con lentes negros, y se veía de lo más fashion y regia. ¿Esa era la Sol-Bridget?... Quedé media asombrada... No, no podía ser que esa mina, ultra mina, fuera la misma que posteaba describiéndose como si fuera una obesa mórbida con CERO onda en el look...
Pasó el tiempo, seguí leyéndola y matándome de la risa y quedando para adentro todo a la vez... No recuerdo si la Sol ponía fotos. En fin... En octubre de 2006 yo obtuve un buen trabajo en Valparaíso. No sé muy bien cómo ni porqué, pero con la Sol ya como que nos caíamos bien, creo que teníamos nuestros messengers, la verdad no me acuerdo bien como fue, pero quedamos que un día aparecería en mi oficina, supongo que a mi hora de salida, que oficialmente era una hora y algo después de ella, pero en la práctica... era muuuuuucho después....
Bueno, el día acordado, a la hora en cuestión afuera de mi oficina aparece una mina REGIA. Un metro 70, morena, blanca, de look entero fashion (obvio, la Sol ¡¡¡es diseñadora!!!, yo no sabía eso, nunca decía eso en su blog). Y bueno, nos hicimos amigas, y amiguis. Fue top tener amigui en Valpo durante ese tiempo... En fin.
La Sol, hace un par de meses dejó Valparaíso, como yo dejé Chile... Yo lo dejé para venir a Sydney, ella a Santiago. En ambos casos, nuestro pasar es temporal en la casa en que estamos ahora. El mío hasta diciembre, el de ella, hasta que sea tiempo...
Yo no sé qué haré cuando vuelva. A veces, muchas veces, tengo tanto tanto tanto miedo de volver a sentir lo que sentía en Santiago, de volver a no sentirme “alguien”, a no querer mi entorno, a no poder emprender, a quedarme paralizada como tantas veces...O sea... le tengo pánico volver a no tener pega, en resumen. Yo estoy en esa, en el miedo pánico y la necesidad de no pensar en ese allá donde hay familia y amigos pero donde ni siquiera vislumbro un contenedor, ni un camino para hallarlo...Donde no hay una casa, ni un trabajo...Donde en verdad hay un espacio sin lugar para mí. Donde no está MI Lugar..
La Sol, en cambio, tan sabia ella, en la misma ignorancia que yo, en la misma barca a la deriva que yo, en la misma muchas cosas, en vez de quedarse en el miedo de no pensar... No hizo como yo, no se puso a llorar y soltó el timón rezando, pero sin hacer nada más, para que el viento la lleve a alguna playa bonita... NO. Ella, entera hacedora, inventó su lugar. El lugar al que quiere llegar. Y hasta le puso un nombre, DOMUS.
Es que mi amiga Sol, usa sus experiencias de la vida con celular e Internet, para escribir cuentos como de caballeros sabios cabalgantes, y de reinos y doncellas, y hasta con letras en griego.. y con nombres de palabras antiguas....
Curioso, yo tengo un nombre griego, yo estudié Arquitectura, yo tengo un master en comunicaciones.. Pero la que usa esos carácteres debidamente en el computador y diseña la morada, es ella, no yo. ¿Podría yo hacerlo?...No. No aprendí, no sé. Por muchos estudios universitarios que me llenen el pasado. Mis conocimientos de construcción inconclusos, se marean en las estructuras II, II y IV que no aprobé, más las instalaciones sanitarias y eléctricas y los layers en Autocad que no entiendo... Y la virtualidad apenas me da en español, cero posibilidad en griego y palabras de antaño. No tengo el talento... Ella sí.
Y entonces cuando leo “Domus”, y los post que mi amiga escribe (y describe) ahora como el (su) camino a Domus... Un camino que no existe, sino que ella construye al andar... Recuerdo que esa era la esencia de la Arquitectura, ver el lugar donde no está aún. Donde quien sabe si estará...
Donde, con suerte, ese lugar es una idea borrosa vestida de ganas... Sin problemas de estructuras, instalaciones o legislaciones. Sólo es una realidad imaginaria cuyo boceto se traza in situ, con rayitas hechas con una ramita de por ahí, en la tierra, en medio de la nada, y jugando a “acá estaba la cocina”, y saltando como en el luche al espacio que sigue con un “ y este era el living”... midiendo con pasos, no con huincha.
Y ese ritual se hace con la hermana una tarde de playa, en la arena, o en el patio de atrás delimitando con chombas y parcas antes que sea la hora de entrarse... Proyectos que son sueños duraderos por la hora de juego... Hasta que un día el juego es en un terreno que viste desde el auto, un atardecer, de pura casualidad, de vuelta de algún lugar en que lo pasaste súper, con ese hombre con el que alguna vez también soñaste y que está justo justo justo a tu lado ahora, y por quien aún, tiempo después, te revolotean las mariposas y sonríes cuando llama por teléfono y a quien todavía esperas arregladita sólo para decirle “hola”.....
Imagina en un terreno lindo, que no es tuyo, que no sabes de quién es, ni cuánto vale o si está a la venta y que en cualquier caso no pretendes comprar, ni podrías pagar, sólo es un terreno al que había que ir a ver ese atardecer en el que le dijiste que pararan a ver y él enganchó y se bajaron... Y se pusieron a jugar que hacían una casa...
La Arquitectura parte así, sólo con una fantasía... y de repente se hace terreno en atardecer... Y casa en la mente. Y después, a veces, casa y familia de verdad. Sólo a veces. Pero a veces pasa. Y siempre parte con la pre-idea de un Domus, que puede durar el rato entre llegar del colegio y la hora de “ir a tomar la leche” y que se construye con fantasías imposibles, de saltos de luche, a veces fáciles –a dos pies- otras no tanto –pie juntos o en un pie-. Pero normalmente, igual uno termina en “el cielo”.
Y entonces, recorre el mismo camino, -como del terreno al auto- y va feliz como niña chica... Y el siguiente luche es más fácil. Aunque es más grande, y tiene más cuadraditos antes de llegar al cielo... Y a veces pasa mucho tiempo entre un luche y otro. Y uno es más grande y se siente ridícula dibujando con tiza en el suelo... pero igual lo hace. Hasta que un día se convence que eso es para niños, y ya no ve el terreno lindo del atardecer cuando va de vuelta en al auto pensando en la crisis y ¡¿Qué mierda voy a hacer ahora?!.. En ese minuto la idea de la casita es sólo se igual al enigma de las estructuras, de las instalaciones, eléctricas, sanitarias, y el tema legislativo...
Entonces, cuando paso por la casa de la Sol... me acuerdo de harto de eso. De que es importante parar en el camino a ver ese terreno lindo justo ese atardecer. A que nunca se es demasiado adulto para jugar al luche. Los relatos de la Sol, me muestran las miguitas de pan de lo importante... Y me evidencia que las miguitas de pan, que parecen tan inútiles, son importantes. Pero más importantes son las piedricitas.
Claro, las miguitas son más ricas (las carcajadas que se me escapan con sus historias), pero las piedrecitas (los conflictos que ella, tan divertidamente cuenta), son finalmente las pistas que permiten construir y reconstruir un camino. Ella no se olvida de poner ambas cosas en la canasta del picnic de la vida. Ella lleva en él, el pan, el celular, el mapa, los chocolates, la coca light, los cigarros (obvio, la Sol no es perfecta), y las tizas de colores para jugar al luche... A ella eso nunca se le olvida en los recuentos-post de su vida. Nunca. Ni siquiera cuando anda a la deriva...
He estado adicta a la Sol esta semana. A los post de antes que yo la conociera. He leído y releído historias que me han tenido pegada a la computadora hasta altas horas de la madrugada, con ojos rojos, pero sin poder despegarme. Llena de risas y de lágrimas. (Releí y volví a matarme de la risa y a lloraer heavy con mi post favorito, "unasmanosgcu").
He estado leyéndola porque también quiero diseñar mi Domus. Y salirme del estado del miedo pánico a un futuro paralizante.... Y para eso debo recordar la esencia de la Arquitectura de la vida. Que si bien, seguro, tendrá en su minuto problemas de estructuras e instalaciones eléctricas, sanitarias y legislaciones varias... También, tiene, en alguna otra parte, un terreno lindo en un atardecer bien acompañada. Y ese es mi lugar. El DomusK, con mi propia letra griega, que quiero encontrar. Por ahora cerré los ojos y apunté cualquier dirección... Haré como mi amiga Sol...cuando haga mi equipaje al retorno, no olvidaré meter tizas de colores, y dibujaré un cielo bien grande en el luche al que jugaré con una piedrecita, justo cuando tenga ganas de ponerme a llorar y soltar el timón.
Foto: Del blog de mi amiga Sol, en su último post (nov, 8, 2008).
Para ti Sol, I’m so glad to be your friend!!!! Gracias por enseñarme tanto tanto... Ya verás como Domus, bajará desde la montaña lejana, hasta la palma de tu mano ... Ya verás... Y yo lo veré también, en mi pantalla, desde tu blog. I’m sure.
5 commentaires:
Me dejas sin palabras. Te agradezco el paseo largo por mi blog, y sí, "unasmanosgeceú" es uno de mis favoritos, desde el alma.
Domus se está recontruyendo, espero contar con un cafecito contigo mientras esté listo.
Mil gracias, K, me emocionaste y lo entendíste todo a la perfección.
Un abrazo enorme.
La SOle
Katina, gracias por comentar en mi blog. Yo espero de corazón que comiences ya la construcción de tu domus; yo me estoy sacudiendo de ese temor paralizante que me tuvo mal muchos años, sobre todo ahora que tengo una razón poderosísima para hacerlo. Si quieres continuamos esta conversa por mail.
Muchos cariños.
OOppss, no quiero comentar por comentar, pero soy un poco obsesiva, antes quise decir "Domus se está "reconStruyendo"... me faltó la SSSssss, de Sssssole, y además le agregué un acento a "entendiste", hija de profe de Castellano, quién lo diría, jajajaja.
Besos, Domus va lento... pero firme.
Hey Kattina, por aqui andamos en medio de mi curso, de mi trabajo que no lo quiero y el tiempo se va... Cómo vas?, cuándo te vas?, cómo te fue en el IELT, te ayudó Latinoaustralia?, en fin, cuentame...
Duc in Altum!!
Aquí no es tan malo, tampoco.
Aunque allá parece mejor.
Slds. Escriba.
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