Él dice “Yo te quiero, tú me importas” y la abraza.
Ella calla. Quiere creerle pero no le pasa…. Ella sólo ve que no hay acciones que secunden esas palabras, y por eso esas palabras se sienten vacías.
Él se ampara en miedos, miedos legendarios, miedos que ella entiende y justificó siempre, miedos que han sido una carga para él… y para ella. Carga que está haciendo mella en todo…
Carga que él podría eliminar con ciertas acciones, concretas y viables, pero él sólo dice y repite que la quiere tanto, que le importa tanto, y ella entonces ella aprieta los dientes y cierra los ojos, trata de olvidar el tiempo, y sigue callando.
1 commentaire:
Me vi en este post.
Qué claro todo, qué bien explicado.
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