Varios de los primos, con los Chulis. en la puerta de la casa de Algarrobo En algún momento incierto de los 80 (la foto de la foto del libro impreso, of course ;)). |
Por supuesto, también, hay imágenes de situaciones en las que sí participé, como paseos y celebraciones variopintas, cuando todos los primos estábamos chicos…
¡Éramos un montón de niños! ¿como 10, 12? Por ahí. Yo soy la mayor y mi prima menor debe tener ocho o nueve años menos que yo. O sea, una prole gigante de entre cero y nueve años. Uff. Valor.
Los primos, no todos, como en los 80. ¿Semana Santa quizá? digo por lo abrigados (La foto es de la foto del libro impreso ;)). |
Y en aquél entonces, finales de los 70 y en los 80 en pleno, a nadie se le ocurría fotografiar la comida, si fuera hoy, debería haber un libro sólo para eso en esta familia, porque ¡qué manera de comer!
También hay un sinnúmero de fotos en la casa de Algarrobo, incluyendo algunas en blanco y negro y, así, vi cómo era ese balneario hace más de 40 años. BELLO.
Encuentro increíble como la convocatoria a la unión de registros desperdigados, al armarlos y contarlos, y con el tiempo y la gestión adecuada, pasan de ser sólo una foto vieja por ahí, o algo en la memoria de alguien, a convertirse en un invaluable recuerdo. Literalmente digo, porque recordar, como saben, significa, volver a pasar por el corazón. Y cuando eso pasa, el alma queda calientita al recorrer la historia propia, hermosamente materializada.
Sé que hay empresas que se encargan de hacer estas cosas, de hecho, creo que mi primo se coordinó con una de ellas y, así, quedó una versión digital y un libro precioso de tapa dura y fotos impresas con colores brillantes. Y, como todo, el resultado final tiene que ver con la semilla y el proceso de buen cultivo y cuidado. La semilla aquí es una familia y el resto es que se reúne con frecuencia, para puro estar junta, porque sí, y, obvio, ¡que deja registro!
Proveerse los registros diseminados por todos lados no es una tarea trivial pero, al menos, en ese entonces, las fotos se revelaban y se organizaban en álbums. Así que me imagino que las fotos más antiguas fueron relativamente fáciles de ubicar. Hoy, en cambio, hay tantas miles de foto de todo, que yo no sabría por donde empezar a buscar.
Creo que ya es hora de tomar medidas para prevenir eso y así poder generar, desde la memoria, la felicidad que da el volver a pasar por el corazón.
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