Y la veo ahí en la puerta y no lo creo y la abrazo, y la abrazo fuerte, fuerte. Sus ojos verdes estaban tan brillantes como siempre. Me dijo que debía darle pechuga a su guagua de 5 días... y nos fuimos raudas a su posada temporal en Santiago. El pelo rubio ceniza le cubre un poco la cara, y ella se lo quita con los dedos. Sonrío, sigue tan grácil, hasta para eso.
En un par de semanas ya tenía su espíritu impregnado en ese lugar breve de 2 tasas y una alfombra... Y conocí a su “Negro”. Un músico que venía del mar, y apareció en la isla, un día cualquiera. Llegó por un rato, igual que casi todos, pero como ella, no se fue más. Él brillaba también.
Su guagua estaba en una cuna y dormía, ella la dejó sin pechuga entonces, y los 3 comimos guindas sentados en el suelo.
¿Cómo fue que llegamos aquí desde ese otro verano? Hace ya un par de años, cuando, me acuerdo, que la acompañé al supermercado sin creer que en verdad en verdad estaba pronta a volar... Y luego tomamos un helado eterno en el Emporio de la Rosa, y me contó que finalemnte lo dejaba, después de 8 años juntos. Que vendió todo incluyendo el notebook, que sólo se llevaba la bicicleta... Y que no sabía ni qué haría, ni en qué parte, ni por cuánto tiempo, pero que se iría allá, porque así estaba escrito en su sueño.
Estuvo un buen tiempo por este lado y aquél. Me contó de una casa que cuidaba, de un navegante, y me habló de las pozas turqueza en las que se bañó desnuda. Era como en su sueño, decía. Y luego lo conoció, y al mes, o mes y medio no recuerda bien, se liberó entre consciente e inscosciente de las pildoritas amigas de tantos “no, mejor no”.... y un poco después .... Mail para mí al otro lado del mundo, con "estoy bien y tal y con 3 meses de embarazo". Punto exclamativo reiterado. No suspensivo.... Se me secó la boca....
Vino a Santiago este verano. No vi su guata gigante.... No fue a la Clínica Alemana o a Las Condes como todas las que conozco, no. Ella se fue al hospital de no sé dónde, que tiene convenio con Rapa Nui.
Yo la miraba, alucinada por constatar su libertad a toda prueba, tan arquitecta no sólo con distinción máxima de la universidad, sino de su vida. Mi amiga Arquitecta de los Sueños.
En un par de semanas ya tenía su espíritu impregnado en ese lugar breve de 2 tasas y una alfombra... Y conocí a su “Negro”. Un músico que venía del mar, y apareció en la isla, un día cualquiera. Llegó por un rato, igual que casi todos, pero como ella, no se fue más. Él brillaba también.
Su guagua estaba en una cuna y dormía, ella la dejó sin pechuga entonces, y los 3 comimos guindas sentados en el suelo.
¿Cómo fue que llegamos aquí desde ese otro verano? Hace ya un par de años, cuando, me acuerdo, que la acompañé al supermercado sin creer que en verdad en verdad estaba pronta a volar... Y luego tomamos un helado eterno en el Emporio de la Rosa, y me contó que finalemnte lo dejaba, después de 8 años juntos. Que vendió todo incluyendo el notebook, que sólo se llevaba la bicicleta... Y que no sabía ni qué haría, ni en qué parte, ni por cuánto tiempo, pero que se iría allá, porque así estaba escrito en su sueño.
Estuvo un buen tiempo por este lado y aquél. Me contó de una casa que cuidaba, de un navegante, y me habló de las pozas turqueza en las que se bañó desnuda. Era como en su sueño, decía. Y luego lo conoció, y al mes, o mes y medio no recuerda bien, se liberó entre consciente e inscosciente de las pildoritas amigas de tantos “no, mejor no”.... y un poco después .... Mail para mí al otro lado del mundo, con "estoy bien y tal y con 3 meses de embarazo". Punto exclamativo reiterado. No suspensivo.... Se me secó la boca....
Vino a Santiago este verano. No vi su guata gigante.... No fue a la Clínica Alemana o a Las Condes como todas las que conozco, no. Ella se fue al hospital de no sé dónde, que tiene convenio con Rapa Nui.
Yo la miraba, alucinada por constatar su libertad a toda prueba, tan arquitecta no sólo con distinción máxima de la universidad, sino de su vida. Mi amiga Arquitecta de los Sueños.
Me contó que su hijo llegó al mundo el 31 de diciembre en la noche, y agregó “estaba solita”. Me lo dijo con la sonrisa más encantadora del universo...
La miré incrédula. Y entonces ella me relata caminando cerca de Manquehue, la historia de nacimiento más hermosa de todos los tiempos...
Una de esas historias, que aunque esté contada en pleno enero, al sol, en la tarde, al terminar , te llega un viento fresco desde el fondo de la tierra y el cielo a la vez, que te hiela los brazos... Y .... Sabes, por la voz, por la energía, por todo eso que sabes porque sabes no más... Sabes que ahí no cabía nadie más, ni siquiera el Negro. A penas las estrellas que me dijo que vio por la ventana, junto a su guagua en su pechuga, por primea vez en la vida.
Él tiene 27, ella 35, y acaban de tener su primer hijo.
Vi una foto de ellos en la isla, como de un mes antes del parto. Ella con una guata prominente y perfecta, y las manos alrededor del cuello de él, que tenía la cabeza en el corazón de su hijito... Ambos apoyados en una roca gigante en medio de un valle inmenso, verde y virgen. Enorme y libre de todo. Como ellos tres.
A mi amiga L.L.
Gracias por mostrarme que la vida es un diseño modular, y que puede tener vista al mar en 360 grados.
Te quiero mucho.
Un regalo prematuro del primer cumpleaños del resto de tu vida.
Pd- Vi un video, que subí en mi revista personal, y me inspiró a escribirte esta historia.
4 commentaires:
Bello
K lindo! ojalá todos pudiéramos contar una historia así de mágica ...
Leslie
hola. Sé que en Acción Emprendedora (www.accionemprendedora.cl) necesidan un/una periodista que les haga un "plan de medios". O no sé si exactamente un periodista, pero alguien que sepa y haga esa pega. Y están bastante urgidos por encontrar a alguien.
muchos cambios linda chilena, ojala que todo te resulte y que pronto puedas visitar a Europa...
Cariños
Un piloto franco-chileno
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