mercredi, juillet 12, 2017

Moisés y yo

Gustave Doré, 1883.
Fuente foto y algunos datos
(No pude encontrar el museo y me parece, por cosas que leí,
que el orignal es en colores
pero puede ser un grabado en b/n),
A mí siempre me gustó la historia de Moisés. Y por ende la escultura homónima del renacentista… de la cual, para un trabajo universitario, leí, "El Moisés de Miguel Ángel", por Freud, un ensayo ultra iluminador.

El punto es que yo siempre creí que mi interés por Moisés fue sólo por su historia. Hasta hoy…

El Moisés, Miguel Ángel, 1515.
Basílica de San Pietro In Vincoli, Roma
Fuente foto y algunos datos interesantes
(sobre los cuernos en particular)
Hoy, escribiendo un post por cosas más bien mundanas, buscando "El Moisés" del florentino para ilustrar una parte, encontré una pintura… Y, entonces, un flash back a un momento completamente perdido en mi memoria, se adueñó de mi corazón…

Cuando yo era chica, en mi colegio, la Alianza Francesa, que era laico y donde había gente de todos lados, credos y razas, había clases de religión católica (luego hubo judía y me parece que posteriormente de otras… en fin). El asunto es que yo fui a las católicas…

Nadie me obligó en mi casa, donde nadie era religioso en verdad, pero a mí me gustaban los cantos con guitarra de la iglesia (hasta hoy), y por eso fui. 

Me gustaban mucho las historias tambien, porque ¡pasaba de todo!. El paraíso, el árbol del bien y el mal, la manzana y la serpiente mala. Y luego la vergüenza del cuerpo sin ropa. Caín y Abel, hermanos, pero uno mataba al otro. Y así. Todas muy intensas. A veces había que que hacer dibujos para la clase, y eso también me encantaba.

Creo que fue por esa época, que una tía, madrina de mi hermana, por alguna razón que desconozco, pero muy oportunamente, me regaló “La biblia para niños”.

No era gorda, cada relato era increíble y breve -tenía una o dos hojas según recuerdo-, letra grande y tenía unos dibujos enteros wuaaaa!!!

El más, el de la portada: Moisés, enorme, sabio de barba larga, en un fondo azulado, de tormenta, tocado por un rayo dorado, sobre un monte y con las tablas de la ley… 

Ese dibujo/pintura siempre me impresionó/perturbó cuando yo tomaba mi Biblia... (Ahora sé que yo la encontrsba  “sublime” en términos de Kant. Comenté algo en La Espalda).

Retomando lo de Moisés. Me acuerdo que, por alguna razón, en algún minuto de mi infancia - quizá por las clases, quizá por el regalo de la Bilia, o por ambas cosas-  mi papá me contó que Moisés había abierto el mar... O sea... ¡¡¡¡¡¡Abrió el mar!!!!!! Eso ya era de súper estrella mundial para mí.

Luego supe que fue encontrado en un río por una princesa egipcia, creció como el favorito del faraón por su inteligencia... Pero después supo que era hebreo de nacimiento, dejó toda su vida de palacio y subió al monte para bajar con las tablas de la ley para la vida. ¡Mega súper heóe! Así que yo me hice fan de Moisés desde entonces. Lo encuentro clever, imponente, rebelde y choro… Y obvio, no perdí detalle de la mejor película al respecto de todos los tiempos... 

Moisés (Charlton Heston) abriendo el mar rojo...
(con una música de fondo increíble,
 que puedo casi oir ahora al ver el fotograma.).. Pelícua
"Los diez mandamientos", Cecil B. DeMille, USA, 1956.
Dicho lo anterior, y aunque JC me cae bien, yo no soy cristiana (no adhiero a poner la otra mejilla siempre, ni a que la compasión debe regir la vida… En eso me gusta más lo que plantea Nietzsche, aunque a él se le va un poco la mano a mi juicio, en fin, el asunto que soy agnóstica, más o menos desde los 10 años y luego, con la vida, con lo que más comulgo es con Buda... Osho y otros de esa onda).

Pero en rigor soy agnóstica. Y lo soy desde que decidí que no podía hacer la primera comunión porque yo no podía jurar en vano. Y sería en vano si juraba, por Dios más encima, que iría a misa todos los domingos, pues a mí me gustaba dormir… Recuerdo que le conté a la profesora y dijo “Dios entiende si estás enferma o algo así” y yo le dije que no era eso, que yo quería dormir o ser libre de ir a misa cuando quisiera… Ella no me pescó, pero esa situación fue determinante para mí.

Todo lo religioso desde entonces se me hizo falso. Dejé las clases, saqué las canciones que tenía pegadas en mi pared, (para aprendérmelas bien, porque me encantaban) y no vi más mi “Biblia para niños”… Luego, supongo que se la regalé a alguien…

No había vuelto a pensar en ella hasta hace unos días, cuando mi amiga Pame -de quien fui flat mate por un buen tiempo-, cristiana practicante, casada con un gringo, habitante de USA y de paso por Chile, me llamó para vernos y, en la ocasión, me dijo que había soñado conmigo, y que yo le contaba que había leído 8 capítulos de San Mateo… 

No me sé el evangelio de San Mateo (el único que algo me sé es el de San Juan, porque Juan me cae bien por cosas nada que ver con su hacer, como por ejemplo que salí del San Juan Evangelista y que tiene algo que ver con los capítulos). 

Leer a San Mateo es algo que quiero hacer, por amor al conocimiento más bien, pues alguien de mi familia, que adoro, se llama así… Entonces me interesó saber para comentarle sobre su nombre, por el dato cultural ñoño más que nada… El tema, de todos modos, ero era algo que estaba en el número 300 mil de mi lista de pendientes… 

Bueno, por cosas mundanas –una recomendación sobre un piso para la remodelación del baño de mi casa- hablé por msn de FB con la Pame, que además es diseñadora de gusto exquisito, y no sé cómo retomamos el tema de la Biblia…

Le comenté que por supuesto que tengo una (bueno, ella me conoce, sabía; no tengo la Torá, ni el Corán, o lo que sustenta la kabbalah, pero feliz las tendría también – y el Enûma Elish y demás-  y además tengo varios libros de mitología, lo que se vincula, en muchos casos, con teología…

Consideremos que estudié en la UC y los ramos de teología –muy interesantes- eran obligatorios. En mi caso, se consignó eso en los cursos de medieval que tuve (al respecto, donde más aprendí fue en clases de “Arte y Religión”, con el gran Soublette.) El tema es que conocer los mitos de creación de todas las culturas a mí me resulta muy atractivo.

En fin, en esta interacción virtual con mi amiga, retomamos su sueño. Le cuento que no sé nada de San Mateo, y nos pusimos a hablar de los evangelios -ella me había comentado que existían las Biblias con comentarios y me las recomendó- veo la mía y cacho que no tiene … 

Le mando fotos de mi Biblia, que resultó ser la más común en Chile, según me informó la Pame, luego le mandé una foto de mi “Nuevo Testamento” y entonces vi que este ¡sí tiene comentarios! y que ahí está el evangelio de San Mateo… Me puse muy feliz.

Y le comento además que casi nunca leo el Nuevo Testamento, sino el Antiguo (y bien de vez en cuando, en verdad), y le reitero lo que ella ya sabía, que me encanta la historia de Moisés… Y entonces le digo que la primera vez que la leí fue en mi primera biblia, la “Biblia para niños”.

Y en esa conversación, hace como una semana, fue la primera y única vez que recordé la "Biblia para niños" que yo tenía, desde que soy agnóstica, o sea desde hace un par de buenas decádas, hasta hoy. Hoy fue la segunda.

Este grabado es una de las ilustraciones que se usaron
en la Bblia Doré, publicada en 1865
Link a imagen y a algunos otros datos
(No pude encontrar dónde está exhibido el original).
Es la que vi hoy en la web y recordé mi primera Biblia.
Ahh cabe mencionar que ahora,
cuando vi el cartel de "Los 10 mandamientos" me parece que
 estuvo inspirado en esta pintura,
pero no pude encontrar eso en los créidtos
Hoy, buscando en la web "El Moisés" de Miguel Ángel para ilustrar una parte del post que escribía, encontré una imagen que yo tenía completamente olvidada... La de la portada de mi Biblia par niños… 

Era un dibujo en blanco y negro, la de mi libro era en colores, en tonos azules y brillantes… Pero esa imagen b/n activó la de mi recuerdo, e hizo que éste despertara desde un profundo sueño en mi subconsciente... Quedé helada

Y entonces, un impulso inexpugnable y gigante me obligó a detener todo lo que estaba haciendo y buscar más antecedentes sobre la imagen.

Así, tras un rato de googleo, descubrí la misma pintura en colores…. La de mi infancia.... Wow....

Y toda esta historia se me vino explosivamente a la memoria (se me vino en un segundo, aunque tarde en recrearse en letras, como la parte en que Johnny va en el metro, en “El Perseguidor”).

Por supuesto busqué el autor, resultó ser un pintor francés de apellido Doré… “Dorado”, pensé… 

Y recién entonces comprendí que mi atracción por Moisés de chica no fue histórica, sino plástica, al menos en primera instancia… Me gustó el hombre fuerte, sabio y rebelde, tocado por el rayo de Dios en un fondo azul de mi libro... Y eso me llevó a querer conocer la historia (que también me encantó, claro).

En cualquier caso, la epifanía de cachar que fue la atracción plástica, no la narrativa, la que gatilló mi "fansismo" por Moisés fue tan potente, que tuve que venir y contar esto acá…

Iba a ser un texto pequeño, dentro del otro, del que estaba escribiendo… Pero, tal como a la Isabel Allende, que una carta se le convierte en una novela, a mí, el recuerdo se me transformó en este largo e individual post… Ahh, evidentemente, lo que inició todo es la imagen que encabeza este escrito… El Moisés quebrando las tablas de la Ley, de Gustave Doré.

Por último, cabe quizá mencionar que, al igual que yo aprendí la historia de Moisés por mi atracción por la pintura de Mr. Doré, en mi libro... Da Vinci hizo sus famosas disecciones, al igual que Miguel Ángel, por un afán de represenatción plástico... Necesitaban saber como era el cuerpo humano para representarlo. Así, a vces, el que una cosa lleve a la otra es un proceso virtuoso...

Up date...

Hoy, como todos los miércoles, fui a almorzar con mi papá. Y como siempre en la comida con gente de mi familia –sea uno o más, las conversaciones son muy entretenidas e interesantes, (algo de eso dije en “Mi propio medio" y en “Poemas de sobremesa”). El asunto es que hoy, como siempre, hubo cosas culturales de aparición reciente…

Así, mi papá hoy me contó, que en la playa –donde él va todos los fines de semana- fue a comer con unos amigos y ahí, en la mesa, una de las contertulias comentó que leía algo sobre Mahoma… quién escribió el Corán, pero el dato curioso de hoy es que Mahoma era analfabeto…

Y bueno, de ese comentario nacieron otros varios, entre ellos los nombres de Dios, que es el mismo para musulmanes (Alá), cristianos y judíos (Yahvé y luego Jehová) … Aunque yo me quedo con “El gran Arquitecto del Universo” y así somos todos amigos... En todo caso, me dio risa, porque justo de eso me habló la Pame el día que nos juntamos en el hermoso saloncito del hotel Orly…

O sea, la Pame me dijo que, en su grupo de estudio en USA, creo que de la iglesia, salió el tema de que cada integrante debía investigar y comentar la historia del nombre de Dios que le tocó… Y la Pame me contó el que le tocó a ella (y sabe que me interesa porque las dos somos un poco ñoñas y amamos el conocimiento). Me parece que el de ella era “Mesías”…

Y también, entre otros temas con mi padre, salió lo de los evangelios y que se los sabía… Le pedí que me contara el de San Mateo –por el sueño de la Pame- y me dijo que eran todos iguales… Yo le dije que no… Y me dijo “bueno, claro, el de San Juan es distinto” … Y nos pusimos a hablar de eso.

Y luego, no sé cómo, saltamos a hablar sobre ¡los libros de Moisés!... (yo no le conté que había escrito esto)… Pero justo salió el tema... todo junto justo hoy …Que supe del dorado Doré…  Cuando estos temas no se dan para nada seguido para mí… 

Y cuando tenía planeado hacer cosas varias con él, pero vine para esperar a un maestro –para el baño que remodelo y del cual la Pame me dio el dato del piso- maestro que, nuevamente me dejó plantada… Pero que me permitió escribir esta actualización ¿Será alguna señal divina?... Quién sabe...

*Algunas  webs mencionas/linkeadas:

Moisés, par katinita

1 commentaire:

Pamela a dit…

Katinita, hace tiempo que te iba a comentar algo sobre tu post!

Una vez alguien me explicó -y perdón que no he corroborado ni estudiado más del tema- que cuando Jesús dice que pongamos la otra mejilla es un acto muy político: si alguien te da una bofetada, al poner la otra mejilla lo obligas a pegarte con el dorso de la mano y en esa época eso era algo muy bajo, por lo cual no es un acto de humildad completamente, sino que también hace evidente la bajeza del agresor.

Hay que saber más de Jesús que formarse una idea general sobre él!

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